jueves, febrero 22, 2007

EsTÉtAs, PaRáSiToS, cULtURosOs, FRioLeRoS y dEMáS sErEs UniDiMEnSiONaLEs * PasEo FoToPoÉTiCo

Textos: CaRLoS LóPeZ DzuR & Imágenes: eL PríNCiPE dEL PocHoñOL


«Sufren del mal metafísico
estas brujas, caprinas, las palabras».

Lupercales, Carlos López Dzur



«¿Soñar
derramado como orines?
Jamás. Mejor despierto».

Estética práctica, Carlos López Dzur



«Lunáticos exuberantes, descoloridos
en el nácar del turismo y el habla encubridora,
románticos de la industria y la pose del loco poeta
y el sufridor de oficio...».

Pajarracos, Carlos López Dzur



«Soñó en grande con progresos culturales,
modernidad, seguridad y aceptación apetecidas
que son pautas del Don Nadie, pordiosero».

La caída, Carlos López Dzur



«...y su vida, chingada, con sus perros huesos
y se dijo que, en la marginalidad de la ballena,
vivió como gusano
y apestoso cocodrilo
y, por ser tan flaco lagartijo,
lo aplaudió la lástima».

La palabra malvestida, Carlos López Dzur



«Eres pollancona bajo las enaguas.
Vas con la paz de dios
moviendo las petecas
porque no existe espíritu sin carne
y la materia no necesita
de tu veleidoso y caprichudo hágase,
menos de tus exageradotas de catrina».

Santa Necesidad, Carlos López Dzur



«Puede que para otros sea difícil comprenderlo.
No para mí; lo digo fácilmente: ¡me has gustado!
Te acepté como eres: ¡me gustas!
con tu vulgar inocencia y ambición destrampada.
Estás llena de mundo, de sexo,
de coquetería, de obvias formas
con juventud y gracia y me has gustado».

Soy tu amante, Carlos López Dzur



«Para adaptarse a ellos,
despojados de su hazaña, sufre los enojos
de los pocos, traga saliva ante el impertinente.
Del uno insatisfecho, crítico del acto imperdonado,
sofoca sus lamentos, ríe como valiente
siendo valepoco ante su alma»

Etogramas, Carlos López Dzur



«Los mafiosillos de machista estampa
vienen por tí. ¡Tú sí tienes azúcar, de verdad, chula!
niñaja del Tiviri-tiviri, panchanguera,
pompi loca, festejo social, cantas a la lujuria».

Proceso liberante, Carlos López Dzur



«Chingaqueditos, te besan la mejillas;
siquitrillados, te roban tu alimento.
Te asesinan al lado de tus frutos».

Caínes, Carlos López Dzur



«Lo bueno de estos seres uniformes
(el hombre de la calle, el obrero promedio,
el fulano de tal, el tío, joder,
que es un buenazo)
es que habitan en su esfera,
su circo muy fraterno
compuesto de familia y vecindario.
¡Y no se meten contigo! pero, más vale
que estés lejos, quieto, opaco, callado».

El sospechoso nato, Carlos López Dzur



«En el ejercicio de la vida cotidiana
(donde con idealismo se confunde
a la putarraca de los sosos
y a la metafísica que nos burla por parejos),
¡oh, sin miedo a los ingratos!».

Carlos López Dzur



«El día que me gustaste eras más
que un aviso de presencia; no como hoy
que muestras un corazón que no se muestra».

Autenticidad, Carlos López Dzur



«A ustedes que gustan de los juguetes
(y que no interesan para nada
la comprensión del ser), a ustedes
que aún no ven lo luminoso,
pero disparan petardos a los cielos,
voy a darles el asomo
a la más linda mojiganga».

Percepción óntica, Carlos López Dzur



«¡Es mía, yo la obtuve en la caza de gacelas!
La muestro, a regañadientes,
a la plenitud de la líbido del Uno,
pero no la comparto por miedo de perderla».

Carlos López Dzur



«Contigo se acuesta un enfermo esqueleto de palabras».
Geschreibe, Carlos López Dzur



«...valija de signos pordioseros,
cartuchera de relámpagos sintácticos».

Geschreibe, Carlos López Dzur



«Verás que lloverá la palabra perfecta
ultrasonante, misteriosa, pura...».

Carlos López Dzur



«El poema cayó de su boca cantadora
y la Lástima se moría de risa,
testiga novelera, ya que él no tomó
su gargajito de la tierra,
su versito del bofe».

El poeta que nadie quería, Carlos López Dzur



«Se limpió la jeta y siguió su camino
al perder su único verso, al parecer.
Se esperaba que su boca
se secara como una llaga».

El poeta que nadie quería, Carlos López Dzur



«De la boca de su padre cayó
una simple saliva metafórica,
una babita licuada y cristalina,
un pedacito de vida...».

El poeta que nadie quería, Carlos López Dzur



«La noche y el submundo se parecen mucho.
Son espantosos cuerpos satisfechos
con su propia y pretendida dualidad.
Esta ha sido la mentira,
oceánidas de carapacho duro».

La canción angustiada, Carlos López Dzur



«Ellos gritan y crujen y gimen
(dizque por elucidaciones), pero en su lugar
construyen su clínica epidemia
hecha de ciegas medidas, inexactas».

Los fanáticos, Carlos López Dzur



«Poetizaré a chicotazos con su llanto.
Desde el ardor de sus nalgas,
les quitaré su luria estéril;
les pondré mis besos por carimbo».

Carlos López Dzur



«Sufren del mal metafísico
las niñas de mis ojos»

Carlos López Dzur



«Los conceptos son leche.
Aproxima ese pezón maravilloso.
Larga actividad generalizada del entendimiento;
pero habla tú de tal modo que yo sepa
que hablas para mí primariamente y en total».

Láctame,Carlos López Dzur



«La razón no sabe lo que hace.
No, ya no sabe.
En algún momento salió de su casa de palabras».
«La razón se ha vuelto intemerata,
corrupta como vieja deshonrada y recelosa.
Se atreve a todo por llegar a lo sumo».
«preguntándose sin cesar el para qué
se pervive con el dolor de parto».

El parto, Carlos López Dzur



«Se creyó padrote al fin
el hombre que fue dulce y derecho
por andar de macarra por la calle.
Sin pretenderlo, se echó
en los brazos de la putería».

La caída, Carlos López Dzur



«Ella vino con la mala pasada de los días,
loquincha, alborotada;
una coqueta raposa sin reposo
para estos zorros que buscan compañía».

La caída, Carlos López Dzur



«A mí,
las putas me gustan más que los espíritus
y los solitarios más que los borrachos
y los inteligentes más que los felices
y los perdedores más que los vanidosos
y los tímidos más que los gandallas
y los enfermos más que los abusivos
y los parias más que los chauvinistas
y los pobres más que los tacaños
y las enfermeras más que los mercaderes
y los maestros más que los burócratas
y los científicos más que los sacerdotes
y los relativos más que los absolutos.
Así es la miserable vida de poeta».

Estética práctica, Carlos López Dzur